Beitragsautor:
Dr. Frank Semper (Text und Bilder 2022)
DKF Rheinland-Ruhr
Für den Blog, 24. Juni 2022
Alle Beitragsautoren des DKF-Blogs
vertreten ihre persönlichen Ansichten.
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Todos/as mis amigos/as de Colombia votaron por Gustavo Petro/Francia Márquez presidente y vicepresidenta, al menos todos los que me lo dijeron.
Después de la primera vuelta, que Petro disputaba como favorito, se habían puesto nerviosos y temían que el segundo y el tercer puesto salieran juntos en la segunda vuelta. Compartieron abiertamente su elección conmigo, me enviaron mensajes, eran felices y celebraron la victoria.
El nuevo presidente electo y la vice eran los candidatos de sus sueños. Dicen que por primera vez ha ganado un verdadero ‚candidato del pueblo‘, han esperando todo la vida hasta que finalmente la izquierda llegue al poder. Petro es el primer presidente de izquierda del país y rompió otro récord, es el presidente electo más votado en la historia. El líder político logró superar los 11,2 millones de votos, según el conteo preliminar de votos. Supera Iván Duque, quien había logrado más de 10 millones en 2018, y eso con una participación electoral de 58.09 % en la segunda vuelta, la abstención más baja en 20 años. No es de extrañar que mis amigos estuvieran tan emocionados.
Que casi todo la gente de base, estudiantes, intelectuales, artistas y los indígenas, negritudes obviamente están con Petro, además por su fórmula vicepresidencial Francia Márquez. Decenas de organizaciones de base se han sumado a Petro, y han impulsado su candidatura en regiones de Pacifico, el Caribe y la Amazonía como explicó el medio de comunicación colombianoindependiente La Silla Vacía.
Desfavorecidos, minorías y pueblos indígenas pueden sentirse representados por este nuevo presidente electo, que asumirá al cargo en agosto. En esencia, esto corresponde a la pretensión de la constitución colombiana de 1991 de que el pueblo en toda su diversidad debe estar representado en las máximas instituciones del país, que aún no ha sido implementado en ningún gobierno nacional. Asumiendo que eso está cambiando ahora.
El triunfo de Petro/Márquez no es solo de los desfavorecidos, tambien es un triunfo de los regiones, de la Costa, del Pácifico, del Cauca, de la gente de las llanuras y selvas del Amazonas. La gran poltica oficial al nivel nacional casi por la primera vez ahora se hace no solo en la capital,
enclavada en el frio del altiplano. Todos los que conocen el Palacio de Nariño y el distrito gubernamental por fuera y dentro saben que el animo imperante de la politica oficial que prevaleció durante décadas dentro de sus muros y en los salones está determinado por su estilo y ambiente rococó, neoclasico y muy señorial, pero siempre lejos de la gente en la calle y sobre todo de la del campo.
Petro, acusado de populismo de izquierda por su supuesto principal oponente quien luego ni siquiera llegó a la segunda vuelta, se considera más progresista para ellos. Progresista en muchos aspectos, siendo sus objetivos más importantes en la protección del medio ambiente, la preservación de las selvas tropicales únicas de Colombia y la descarbonización de la economía. Para lograr los ambiciosos objetivos, tendrá que coordinarse estrechamente con los pueblos indígenas y comunidades negras, que son claves para la conservación ambiental. Petro anució poner a Colombia „al frente en el mundo de la lucha contra el cambio climático“ y aplicar una política que reduca la
brecha exorbitante entre ricos y pobres.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) el 39,3% de los colombianos en 2021 sufrieron de pobreza monetaria, además el 31% se encuentra en vulnerabilidad. Apenas el 27,8% de los colombianos hacen parte de la clase media y el 1,8% de los
colombianos hacen parte de la clase alta del país, comenta Paula Galeano Balaguera en Portafolio el periódico de negocios líder del país.
Ahora en Colombia sigue un desarrollo que ya ha ocurrido en otros países del hemisferio, en Chile con Gabriel Boric, en Honduras con Xiomara Castro o en Perú con Pedro Castillo. Parece que las democracias de la élite están siendo reemplazadas gradualmente por gobiernos que, de manera abrumadora, describen a la prensa en Europa como ‚populista‘ ya mis amigos como ‚progresistas‘.
En tiempos de una guerra de agresión y aparentemente aniquilamiento en Europa, cuyos efectos se han apoderado del mundo entero, el Occidente, incluida Colombia y toda América Latina, deberá permanecer unido. Una gran pregunta será qué bagaje ideológico Gustavo Petro lleva consigo, especialmente en la política exterior, que casi nunca ha sido un gran problema para un presidente colombiano. Si se distingue claramente de los regímenes autoritarios del mundo y si seguirá manteniendo buenas relaciones con los aliados tradicionales en América del Norte y Europa.
Este nuevo desafío para Colombia se concreta en relación a su vecino más importante, Venezuela, conectada y separada por una frontera común de 2.200 km de largo apenas monitoreada. Hace tiempo un factor dificil entre ambas naciones. Petro pretende reanudar relaciones diplomáticas con Venezuela, después de que el presidente venezolano Maduro rompiera los lazos en 2019 cuando el gobierno de Duque le negó la legitimidad del cargo. La reanudación de las relaciones es un paso necesario atrasado en un mundo transformado. Esto no quiere decir que el gobierno del país vecino en Colombia goce de gran simpatía, lo cual no es de extrañar dada la situación económica y
las limitadas libertades. Incluso si algunos de mis amigos dicen que “hace tiempo que estamos mucho peor, por lo menos
allá no assesinan a tantos líderes sociales e inocentes como en esta patria sangrienta.“
Aparentemente, la nueva izquierda en America Latina está menos ideológicamente impulsada que de sus predecesores hace 20 años.Y uno de sus mejores enfoques es finalmente poner fin al desastroso modelo económico extractivista, la explotación despiadada de los recursos
naturales. La conservación de la naturaleza y la protección de los recursos están finalmente en lo
más alto de la agenda política.
Por lo tanto, el resultado de las elecciones también puede leerse como un intento de superar el estancamiento y el aislamiento del mundo, que durante demasiado tiempo han sido parte del destino del país como la metáfora eterna de los cien años de soledad.
DEUTSCH
Alle meine kolumbianischen Freundinnen und Freunde haben bei der Präsidentschaftswahl am 19. Juni für Gustavo Petro und Francia Márquez als Präsident und Vizepräsidentin gestimmt, jedenfalls alle, die es mir gesagt haben. Nach den Resultaten im ersten Wahlgang, zu dem Petro als klarer Favorit angetreten war, waren sie kurzzeitig nervös geworden und hatten befürchtet, die Anhänger
des Zweit- und Drittplatzierten würden vereint bei der entscheidenden Stichwahl abstimmen.
Meine Freundinnen und Freunde teilten mir freiherzig ihren Wahlentscheid mit und schickten mir Botschaften. Nach der Wahl waren sie glücklich und feierten ausgelassen den Sieg.
Der neugewählte Präsident und die Vizepräsidentin sind ihre Wunschkandidaten. Sie sagten, dass nun zum ersten Mal in der Geschichte des Landes ein wirklicher Vertreter des Volkes gewonnen habe, und dass sie ein Leben lang darauf gewartet haben, bis endlich einmal die Linke an die Macht gekommen sei. Petro wird der erste linke Präsident des Landes sein, und er hat noch einen weiteren
Rekord eingestellt. Er ist der Kandidat, der mit den meisten Wählerstimmen zum Präsidenten gewählt wurde. Nach der vorläufigen Auszählung der Stimmen haben mehr als 11,2 Mio. Bürgerinnen und Bürger für ihn gestimmt. Damit übertraf er die Zahl der 10 Mio. Wählerstimmen, die in der Präsidentschaftswahl 2018 für seinen Vorgänger Iván Duque abgegeben worden waren, bei einer relativ hohen Wahlbeteiligung von 58,09 % im zweiten Wahlgang und der seit zwanzig Jahren geringsten Stimmenenthaltung mit lediglich 20%. Kein Wunder, dass meine Freundinnen und Freunde so bewegt waren.
Fast alle Basisorganisationen, Studenten, Intellektuelle, Künstler, die indigenen- und frokolumbianischen Gemeinschaften stehen auf der Seite Petros, insbesondere aber haben sie großes Vertrauen in seine Kandidatin für das Amt der Vizepräsidentin Francia Márquez. Dutzende von Basisorganisationen haben sich Petro angeschlossen und seine Kandidatur in die abgelegenen Regionen der Pazifik- und Karibikküste und der Amazonasregion getragen, stellte das unabhängige Pressemedium La Silla Vacía fest.
Benachteiligte, Minderheiten und die indigenen Völker können sich durch den neuen Präsidenten, der im August in sein Amt eingeführt wird, vertreten fühlen. Das entspricht im Kern dem Auftrag der kolumbianischen Verfassung von 1991, demnach das Volk in all seiner ethnischen und kulturellen Vielfalt und Verschiedenheit in den höchsten Instanzen des Landes vertreten sein muss,
und den bislang noch keine Regierung verwirklicht hat. Anzunehmen, dass sich das nun ändern wird.
Der Sieg von Petro/Márquez gehört nicht nur den Benachteiligten, zudem ist es ein Sieg der Regionen des Landes, der Küste, des Pazifiktieflandes, des Cauca und einer für die Menschen aus den Llanos und dem Amazonasbecken. Die große offizielle Politik wird nun und zum allerersten Mal nicht nur in der Hauptstadt gemacht, umhüllt von der Kälte des Altiplano. Alle die den Palacio de Nariño und das Regierungsviertel von außen und innen kennen, wissen, dass der vorherrschende Geist der offiziellen Politik, der sich über Jahrzehnte hinter den Mauern des Palastes und den Salóns eingenistet hat, bestimmt ist durch einen hochherrschaftlichen Stil und einem Ambiente aus Rokoko und Neoklassizismus.
Plaza-Bolívar …-mal-ein-Ort-der-Selbstvergessenheit-beim-Taubenfüttern
Petro, der von seinem schärfsten Widersacher, der dann nicht einmal die Stichwahl erreichen sollte, ls Linkspopulist bezeichnet wird, halten meine Freundinnen und Freunde für progressiv.
Progressiv in mehrfacher Hinsicht, weil er sein Hauptaugenmerk auf den Schutz der Umwelt richtet, die Bewahrung und den Schutz der einzigartigen tropischen Wälder, deren Bestand in den letzten Jahren dramatisch abgenommen hat, und die Dekarbonisierung der Wirtschaft. Um die anspruchsvollen Ziele zu erreichen, wird er sich eng mit den indigenen Völkern und afrokolumbianischen Gemeinschaften abstimmen müssen, denn sie nehmen die Schlüsselrolle beim Umwelt- und Ressourcenschutz ein.
Petro hat angekündigt, Kolumbien an die Spitze im Kampf gegen den weltweiten Klimawandel zu führen und eine Politik zu verfolgen, um die riesige Kluft zwischen Armut und Reichtum zu verringern. Nach Angaben des nationalen Statistikinstitutes DANE aus dem Jahr 2021 sind 39,3 % der Kolumbianer/innen arm und ein weiteres Drittel droht in die Armut abzurutschen. Lediglich 27,8% sind zur Mittelschicht zu zählen und geschätzte 1,8% gehören der Oberschicht an.
In Kolumbien erfolgt nun eine Entwicklung, wie sie sich zuvor schon in anderen Teilen der Hemisphäre und bei allen Unterschieden im Einzelnen abgezeichnet hat, in Chile mit Gabriel Boric, in Honduras mit Xiomara Castro oder in Perú mit Pedro Castillo. Es sieht so aus, als würden die “Demokratien der Eliten” schrittweise ersetzt durch Regierungen, die die Leitmedien in Europa überwiegend als “populistisch” und meine Freundinnen und Freunde als “progressiv” bezeichnen.
Zu Zeiten eines in Europa herrschenden Angriffs- und mutmaßlichen Vernichtungskrieges, dessen Auswirkungen die ganze Welt betreffen, muss der Westen, und das schließt Kolumbien und ganz Lateinamerika ein, geschlossen auftreten. Eine große Frage wird sein, welch ideologischen Ballast Gustavo Petro noch mit sich trägt, und das betrifft in besonderer Weise auch die zukünftige Außenpolitik des Landes, ein für die kolumbianischen Präsidenten bislang eher untergeordnetes Thema, sieht man einmal von den Beziehungen zu den Vereinigten Staaten ab. Inwieweit sich der zukünftige Präsident Petro von den autoritären Staaten der Welt abgrenzen wird und in welcher Art und Weise er die traditionell guten Beziehungen zu Nordamerika und Europa festigen kann.
Die neue Herausforderung für Kolumbien konkretisiert sich in Bälde im Verhältnis zum wichtigsten Nachbarland Venezuela, verbunden und getrennt durch eine gemeinsame 2200 Kilometer lange Grenze, die kaum zu kontrollieren ist und deren natürliche Durchlässigkeit seit einiger Zeit zum Zankapfel zwischen beiden Nationen geworden ist. Petro beabsichtigt die diplomatischen
Beziehungen zu Venezuela wieder aufzunehmen, nachdem der venezolanische Präsident Maduro die offizielle Verbindung im Jahr 2019 gekappt hat, weil die Regierung Duque die Rechtmäßigkeit seines Mandates negiert. Die gegenseitige Wiederaufnahme der Beziehungen ist ein notwendiger und überfälliger Schritt in einer sich stark wandelnden Welt.
Damit soll nicht gesagt sein, dass sich die Regierung des östlichen Nachbarlandes in Kolumbien großer Sympathien erfreut, was in Anbetracht der allgemeinen wirtschaftlichen Situation und den eingeschränkten Grundfreiheiten jenseits der Grenze auch wenig verwunderlich erscheint.
Auch wenn einige meiner Freundinnen und Freunde sagen, dass “wir seit einiger Zeit noch schlechter dastehen, dort werden immerhin nicht so viele unschuldige Sozialaktivisten ermordet wie in unserem blutrünstigen Vaterland.”
Augenscheinlich ist die neue Linke in Lateinamerika weniger von Ideologie getrieben als ihre Vorgänger/innen vor beinahe zwanzig Jahren. Und zu ihren wichtigsten Ansätzen gehört es, dem verhängnisvollen Wirtschaftsmodell des ‚extractivismo‘, der unkontrollierten Ausbeutung von Naturressourcen, ein Ende zu setzten. Natur- und Ressourcenschutz stehen nun ganz oben auf der politischen Agenda.
Insgesamt lässt sich das Wahlergebnis auch als der Versuch deuten, den Stillstand und die Weltabgeschiedenheit des Landes zu überwinden, die so lange schon das Schicksal Kolumbiens zu sein schienen, wie die ewig geltende Metapher von ‚Hundert Jahre Einsamkeit‘.